Mis recuerdos.
Hoy te enseño un secreto, quieto, callado. ¿Lo ves? Son los recuerdos de mis viajes impregnados en las alas de las mariposas, ¡mira con atención! Sólo los que lo quieren de verdad pueden verlas. Así que aquí en mis hojas de papel , sin tinta y sin color, guardaré recuerdos que sólo tú y yo, y quizá alguien más, podamos ver. Si decides zambullirte en esta pequeña, redondeada y misteriosa bolita de cristal, en la que tengo atrapada la imaginación, hazlo con pensamientos de tinta y manos traviesas, siempre viene bien algo de compañía...


domingo, 6 de noviembre de 2011

Recuerdos de Mariela - Recuerdo 5 Sonrisas bañadas de chocolate.


(Voz de Carolina, hermana pequeña de Mariela)



Treinta minutos más tarde y como ya es habitual en Mariela, llega tarde a recoger a su hermana, que espera impacientemente su llegada.
Carolina, entra apresuradamente y mientras se acomoda en el asiento, le dedica a Mariela infinidad de burlas sobre su desesperante tardanza, ya un clásico de los viernes por la tarde.
Carolina observa por primera vez en unos días, a su hermana mayor, que últimamente parece estar mucho más pálida que de costumbre y algo más agotada, aunque Mariela nunca se queje de ninguna molestia, algo le dice que no todo marcha bien, pero ¿qué podría ser?
Ella no para de parlotear sobre Samuel y eso es algo que salta a la vista, cuando la miras a sus marrones ojos brillantes, que la hace feliz, pero sin embargo, si miras más profundamente en ellos, y eso es algo que sólo Carolina sabe hacer, percibes que algo la está apagando poco a poco como una vela reduciendo su resplandor silenciosamente.
-¡Carolina, cariño! Despierta de tus pensamientos… y sal de ese coche que mamá ya estará dentro, preguntándose dónde estamos.
-¡Ya va!
-¡Y cierra el coche! Que siempre te olvidas! Como si fuera tan difícil recordarlo… jajaja
(Mariela la mira y es incapaz de no reírse, también de sí misma)
Entran en la cafetería cercana al trabajo de su madre, y la localizan sin problema, sentada en una amplia mesa de madera cobriza esmeradamente conservada.
Carolina corre a saludarle, seguida de Mariela, que lo hace desde la entrada-
-Ey, ¡llegamos tarde, como no! ¿Sorprendida?
-No pasa nada cielo, ya sabemos que la puntualidad no es uno de los puntos fuertes de tu hermana… ¿Listas para degustar otro día más las esperadas tortitas con sirope de chocolate de los viernes?

¡Bueno! Esta era la sorpresa. Hoy ha entrado en escena Carolina, hermana de Mariela. ¿Qué os ha parecido?
La siguiente entrada ya está preparada pero no sabemos cuando la vamos a publicar, así que... ¡toca esperar!
Probablemente antes de esa venga otra intercalada :)
No sé cuándo volveré porque esta semana no tiene buena pinta :(
Un beso (a los que estéis ahí)

jueves, 3 de noviembre de 2011

Recuerdos de Mariela Recuerdo 4- El coche da mucho en qué pensar

Recuerdos....
de cuando comenzaste a meterte en mi cabeza

Al cabo de 10 minutos, y a pesar de intentar concentrarse únicamente en el tráfico y en el monumental atasco en el que se encuentra inmersa, se da cuenta de que no puede quitarse de la cabeza la voz de Samuel.
Observa el móvil sobre el salpicadero y se siente tentada de marcar su número, le encantaría oír su voz de nuevo.
Un claxon desagradable y escandaloso la sobresalta.
Mira por el retrovisor, se disculpa rápidamente y sin perder ese color especial en los ojos que siempre permanece tras pensar en él, vuelve a ponerse en marcha…


¡Hola! He vuelto, ¡Sí, de verdad! Los libros no me han comido, pero lo han intentado... ¬¬ 
Este finde comentaré en vuestros blogs y me pondré al día.
Mariela se dejará caer por aquí también este finde. 
La entrada ha sido muy corta porque después de esta hay una sorpresa ¡una voz nueva! Ni de Mariela, ni de Samuel :)
Bueno, os dejo... 
Los libros me atacan de nuevo!