Mis recuerdos.
Hoy te enseño un secreto, quieto, callado. ¿Lo ves? Son los recuerdos de mis viajes impregnados en las alas de las mariposas, ¡mira con atención! Sólo los que lo quieren de verdad pueden verlas. Así que aquí en mis hojas de papel , sin tinta y sin color, guardaré recuerdos que sólo tú y yo, y quizá alguien más, podamos ver. Si decides zambullirte en esta pequeña, redondeada y misteriosa bolita de cristal, en la que tengo atrapada la imaginación, hazlo con pensamientos de tinta y manos traviesas, siempre viene bien algo de compañía...


lunes, 2 de mayo de 2011

Es inexplicable...


Ver el encaje de tu vestido gris rozar la butaca frente al piano, o tus converse marcando el ritmo en la madera oscura, pero hogareña. Tus manos, tus dedos, acariciando levemente, con suavidad, las teclas del piano, como si se rompieran al tacto. Verte ladear la cabeza haciendo que tus tirabuzones oscuros resbalen por tu cuello para oír mejor la melodía que producen tus manos.
Girarte y preguntarte si me gusta, si es mejor que la anterior, cómo si no supieras ya que todo lo que tocas resplandece, que me vuelves loco, sentada en el piano, en el muro o en el borde del escritorio, con un lápiz entre los labios, pensando cuál será el siguiente paso.
Es inexplicable lo fácil que es quererte, es inexplicable que él no te corresponda, y es inexplicable que no te des cuenta de que estoy esperándote aquí, cargado de promesas, como un tonto que te sigue adonde quiera que vayas.

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