Pienso, recuerdo, de forma involuntaria tantos pequeños detalles, como tus consejos llenos de sabiduría y experiencia, que me haces llegar con amor, delicadeza y buena intención.
Rememoro tus huellas, esas que dejaron el paso del tiempo, aquellas que modificaron tu rostro dándole una seña única de identidad y sonrío al rememorar como me gustaba recorrer con mi pequeño y minúsculo dedito, tus riachuelos dibujados con tanta gracia en tu espejo del alma, ese que rebosaba cariño, que dedicaba suaves y sutiles sonrisas y reía a carcajadas con mis travesuras.
Ahora soy yo la que sonríe al recordarte, la que añora abrazarte, la que todavía no es capaz de llevarte flores, ni llorarte abiertamente, porque todavía tiene la esperanza de descolgar el teléfono y oír tu voz afable, de verte entrar por la puerta como el que espera que llegue la primavera después de un largo, frío y duro invierno.
Me encantan todas las historias, pero sobre todo esta. A ver cuando subes mas =)
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