Mis recuerdos.
Hoy te enseño un secreto, quieto, callado. ¿Lo ves? Son los recuerdos de mis viajes impregnados en las alas de las mariposas, ¡mira con atención! Sólo los que lo quieren de verdad pueden verlas. Así que aquí en mis hojas de papel , sin tinta y sin color, guardaré recuerdos que sólo tú y yo, y quizá alguien más, podamos ver. Si decides zambullirte en esta pequeña, redondeada y misteriosa bolita de cristal, en la que tengo atrapada la imaginación, hazlo con pensamientos de tinta y manos traviesas, siempre viene bien algo de compañía...


lunes, 5 de diciembre de 2011

Una princesa suelta por la ciudad

¿Sabes que lo iluminas todo?


El sillón rojo, al lado de la ventana, iluminado por la luz del día, con el cielo azul, reflejándose en el cristal. Hacía un día perfecto y tú y yo, ahí dentro. Así que decidí que eso se acabaría.  Me senté en el alféizar y esperé ese chocolate caliente que me habías prometido, una mirada pícara y adivinaste lo que me traía entre manos.
-¿Así que un picnic en el jardín, eh pequeña?
-Ajá.
Y me diste un beso. Luego jugamos a identificar formas en las nubes, una rana, un jarrón, un perro…
Y cuando te cansaste, sonreíste y me susurraste al oído que había encontrado algo especial.
-¿De veras?- contesté enarcando las cejas.
-He encontrado una princesa suelta por la ciudad.
-¿Tanta imaginación tienes?
-No me ha hecho falta mirar al cielo, la tengo delante de mis ojos. 

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