Mis recuerdos.
Hoy te enseño un secreto, quieto, callado. ¿Lo ves? Son los recuerdos de mis viajes impregnados en las alas de las mariposas, ¡mira con atención! Sólo los que lo quieren de verdad pueden verlas. Así que aquí en mis hojas de papel , sin tinta y sin color, guardaré recuerdos que sólo tú y yo, y quizá alguien más, podamos ver. Si decides zambullirte en esta pequeña, redondeada y misteriosa bolita de cristal, en la que tengo atrapada la imaginación, hazlo con pensamientos de tinta y manos traviesas, siempre viene bien algo de compañía...


domingo, 11 de diciembre de 2011

Recuerdos de Mariela- Recuerdo 6

La felicidad es esquiva, pero siempre acude a la llamada de las carcajadas.



-¡Mamá! ¡Carolina sigue siendo una canija traviesa! Me ha vuelto a manchar de sirope… ¿No sabes, Carol, que hay que tener cierto respeto a tus mayores?
-¡Claro que sí! Es sólo… que no veo a ninguno en esta mesa.
Las tres se ríen, sin ocultar sus ruidosas y escandalosas carcajadas.
Mariela se dirige a la caja, le planta un beso a su madre, le abraza por detrás, y sigilosamente extiende la tarjeta de crédito junto con su DNI a la camarera.
Su madre sonríe con cara de desesperación.
-¡Me tocaba pagar a mí, hija! No tienes remedio.
- Pero me quieres igual, ¿eh? ¡No protestes mami!
Y espabila, enana, ¡que nos vamos ya!
Las tres entran en el coche, contentas y muy alegres después de haber compartido otro viernes de sirope de chocolate,  y montañas de tortitas con deliciosa nata, acompañadas de miradas cómplices y confesiones, tanto absurdas como de gran importancia.
Tararean una de las 4 canciones sin interrupción de cadena Dial, que tanto les anima, y alguna se atreve a cantar un trozo… no sin fallar y provocar risas entre ellas, por supuesto.

(Voz de Elisa)
Mientras tanto, Elisa piensa en lo afortunada que es de tener a sus dos preciosas, encantadoras y alocadas niñas, su mayor tesoro es eso, no cabe duda, sencillamente ¡las adora! No sabría encontrarlas ni un solo defecto, incluso sus enfados, sus pataletas, o su timidez, resultan en suma parte un aliciente para que todo el mundo que las conoce se quede prendado de ellas.


Una voz nueva, como habéis podido comprobar, mamá al ataque!! :) Había que hacerla un hueco!
A este paso le ponemos voz hasta al perro! Bueno Mariela se dejará caer prontito por aquí, y a lo mejor consigo un relato de la Navidad… solo necesito inspiración (vamos, lo más difícil de conseguir)

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