Mis recuerdos.
Hoy te enseño un secreto, quieto, callado. ¿Lo ves? Son los recuerdos de mis viajes impregnados en las alas de las mariposas, ¡mira con atención! Sólo los que lo quieren de verdad pueden verlas. Así que aquí en mis hojas de papel , sin tinta y sin color, guardaré recuerdos que sólo tú y yo, y quizá alguien más, podamos ver. Si decides zambullirte en esta pequeña, redondeada y misteriosa bolita de cristal, en la que tengo atrapada la imaginación, hazlo con pensamientos de tinta y manos traviesas, siempre viene bien algo de compañía...


lunes, 20 de junio de 2011

Amanezco con tus recuerdos pegados a la piel

He guardado tus recuerdos, nuestras fotografías, la primera rosa que me regalaste en un florero antiguo, el primer momento en el que rozaste tus labios con los míos, aquel momento, aquella magia que robaste de mi boca. Y ahora estoy buscando al dueño de todas estas cosas, y no, no te puedes presentar como candidato, porque busco un chico que me haga reír y no llorar, alguien que me quiera y que no se vaya con otra a la primera de cambio, alguien que me acompañe en los momentos buenos y malos, alguien que sepa darme su hombro para poder apoyarme siempre que quiera, alguien en quien pueda confiar mis problemas y mis alegrías, alguien con quien disfrutar de la vida, segundo a segundo, alguien con quien no arrepentirse de nada. Y puede parecerlo, pero no, no busco un chico perfecto, sino alguien que no descanse hasta meterse entre mis vértebras, que explore cada centímetro de mi piel y sepa el mapa de cicatrices que se encuentra en mis rodillas, y sobre todo, que busque mi corazón, que intente grabarse allí para siempre, como si no existiera otra cosa que esa.

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