Samuel observa la
última parte del e-mail, con un rastro de emoción en el estómago, e introduce
en la lista de contactos de su nueva black berry, el teléfono de Mariela. La
llamará, por supuesto. Sabe, de algún modo, que no puede dejarla escapar, que
es peculiar, que es diferente, que es alocada y encantadora, que hay algo en
las palabras de la pantalla que la refleja perfectamente, que dibuja esbozos de
cómo es, en la mente de Samuel, que le encanta, que no sabe qué pasa, pero qué
va a perseguir esto hasta el final.
Marca el número y
espera pacientemente. La imagina, buscando en el bolso como una loca, con el
pelo enredándosele en la boca… es una de las peculiaridades de Mariela, que no
le ha querido decir nada de su aspecto físico, y eso le parece bien, hace que
esa persona te guste por cómo es. Al fin, cuando está a punto de colgar, al
suponer que pronto saltará el contestador, una voz dulce pero nerviosa contesta
al otro lado.
-¿Si? ¿Hola?- Samuel
duda un segundo, sin querer, reproduce su tono en su mente.
-Hola, ¿Mariela? Soy
Samuel, me diste tu número, ¿recuerdas?
-Uff…- Samuel frunce
el ceño, vaya, seguro que no…- ¡Claro!
Aunque con mi memoria no te la juegues a menudo, porque la pobre no anda muy
bien.
Una risa limpia y
cristalina termina por ella la frase y siguen hablando durante casi media hora
más, cuelga él, se tiene que ir a trabajar, y ya llega tarde, esa chica le
parece increíble. Sin querer, tararea una canción que no sabía que conocía en
el metro y se sorprende a sí mismo cuando se lo hace notar su compañero de
asiento habitual. Cuando entra por la puerta del periódico, algunas caras
sorprendidas le saludan, parece más relajado de lo habitual y con un
sorprendente buen humor para esas horas de la tarde, en las que sólo unos
cuantos becarios lucharan por hacerse un minúsculo e insignificante hueco en el
matinal.
¿Qué os ha parecido? Esta es la voz de Samuel, la otra parte de la historia. En muchos recuerdos habrá una segunda voz, que será esta, de ahí el nombre, al otro lado del espejo.
Bueno, en la siguiente entrada colgaré... ¡NUESTRO PRIMER PREMIO!
A ver si tenemos noticias de Mariela más a menudo :)
que llamada tan dulce y... timida :):)
ResponderEliminartararear canciones que no se creen conocer es un signo precioso :)
Hola, regreso ligero de equipaje a tu hermosa casa, aquí me quedo, muchas gracias, bellas letras, buen día, besos en relieve...
ResponderEliminar